martes, 8 de abril de 2008

Adios al amigo CACHAO



Para mi ha sido siempre un motivo de alegría conocer a grandes personalidades del mundo artístico y en el caso de Israel Lopez "Cachao" ha sido una experiencia única.
Nacido en La Habana en 1918 en el seno de una familia de músicos, Cachao compuso centenares de canciones en Cuba para bandas y orquestas, muchas basadas en el son cubano. Junto con su hermano -ya fallecido- el instrumentalista Orestes López, es conocido por la creación, a fines de los años 30, del mambo, que surgió de sus improvisaciones con el danzón, un elegante estilo musical que se presta al baile lento.
Cachao se fue de Cuba en 1962 y recaló en España, pero pronto viajó a Nueva York, donde fue contratado para actuar en el club nocturno Palladium con las principales bandas hispanas.
En Estados Unidos colaboró con astros de la música latina como Tito Puente, Tito Rodríguez, Machito, Chico O'Farrill, Eddie Palmieri y Gloria Estefan.
Su figura se opacó durante los años 80 después de mudarse a Miami, donde terminó tocando en clubes chicos y en bodas. Pero su carrera revivió en la década del 90 con la ayuda del actor de origen cubano Andy García, quien en 1993 hizo un documental sobre la carrera del músico titulado "Cachao... como su ritmo no hay dos", y también produjo varios discos compactos, incluyendo el álbum "¡Ahora sí!", del 2004, que se llevó el Grammy.
"Cachao", de 89 años, quien se enfermó la semana pasada, se convirtió en una leyenda de la música cubana con su magistral manejo del bajo, y se destacó por sus actuaciones musicales en el mambo y el jazz latino.
López, a quien su bisabuelo le puso "Cachao" por el ritmo cachondeo, era uno de los símbolos de la música cubana y rey de las descargas o improvisaciones en vivo. El bajista comenzó a los siete años a tocar percusión en su natal Cuba y luego pasó al instrumento de cuerdas.
Compartió escenarios con la inolvidable Celia Cruz y su esposo Pedro Knight, así como con el trombonista Generoso Jiménez, recientemente fallecido.

Cuando Cachao salió de Cuba ya tenía una larga lista de éxitos y aseguró en una entrevista con EFE, en el 2007, que si no hubiera sido por su compatriota y colega Dámaso Pérez Prado "no se hubiera escuchado el mambo mundialmente".
En Estados Unidos ganó un premio Grammy, obtuvo un doctorado honorario por la Universidad de Berkley y hasta su estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood. Su más reciente trabajo musical lo realizó con Gloria y Emilio Estefan en el álbum "90 Millas" y con ellos tuve la suerte de compartir en el Festival de Cine de Miami en la presentación del documental.
Descendiente de españoles e hijo de profesores de contrabajo, comenzó en la música a los ocho años como percusionista de bongó en el conjunto "Bella Mar", al tiempo que tomaba clases de piano y bajo, e iba a la escuela.
Tras ser amenizador musical de las películas mudas en el teatro Carral, de Guanabacoa, con 12 años ingresó como contrabajista en la Orquesta Filarmónica de La Habana. Allí ya estaban su hermano mayor, Orestes, y su padre.
Desde ese momento, su vida se rodeó de música clásica y popular. Por la tarde, tocaba los clásicos y por la noche, fuera de la sinfónica, sones, participando en las populares descargas ("jam sessions"). Con la sinfónica estuvo los siguientes 30 años. Conoció a insignes directores, así como a brillantes instrumentistas. Sin embargo, nunca se alejaría de su gran pasión, la música popular: guaguancós, guarachas, rumbas, etc.
En 1937, junto con su hermano Orestes, inventó el mambo sobre una variación del ritmo del danzón. El mambo, que en dialecto locumí quiere decir historia, se convertiría en una de las señas musicales cubana. Más tarde, en la década de los cincuenta el músico Dámaso Pérez Prado lo popularizaría internacionalmente.
En 1962 abandonó Cuba, tras la instauración del régimen de Castro. Su primer destino sería Madrid, España, donde tocó en cabarets y salas de fiesta, pero como otros cubanos, no tardó en trasladarse a Estados Unidos. Vivió en Nueva York y en 1970 recaló en Las Vegas, donde permaneció alrededor de ocho años, logrando cierta fama. Finalmente, en 1978 fijó su residencia en Miami, donde estaba más cerca de sus compatriotas.
Desde casi el anonimato comenzó de nuevo a ganarse la vida. Fue pianista de "night club", tocó en fiestas y acompañó a cantantes. Entró en la Sinfónica de Miami e interpretó zarzuelas y óperas, mientras en su tiempo libre continuó interviniendo en las célebres descargas.
A principios de la década de los noventa, el actor de origen cubano Andy García le redescubrió para el gran público gracias a su documental "Cachao, como su ritmo no hay dos" (1993). Hasta ese momento, tras más 50 años de profesión, cachao no era más que un brillante músico de alquiler, afamado, pero no famoso.
En marzo de 1995 el mundo de la música reconoció su trabajo y le premió con un "Grammy" al mejor disco latino por su "Master Sessions", el primero de una trilogía sobre su carrera. Su segundo Grammy lo obtuvo por el disco "¡Ahora si!", en 2005.
Cachao intervino en la composición de al menos tres mil canciones. Su producción es hoy referente obligado para conocer la historia reciente de la salsa. En su haber constan joyas como "Cachao y su ritmo caliente", "Camina Juan Pescao", "Jam Session with feeling" o "Descargas cubanas".
Colaborador y compañero de personajes de la talla de Paquito D'Rivera, Pérez Prado, Néstor Torres o Nelson González, su contrabajo está incluido, por ejemplo, en "Mi tierra", el millonario disco de Gloria Stefan, y en la película "Two much", de Fernando Trueba.
En abril de 2006 actuó en Miami, en el auditorio James Knight Center, ante cinco mil personas y junto a otras leyendas de la música cubana como el trombonista Generoso Jiménez y el trompetista Alfredo "Chocolate" Almenteros, en un concierto organizado por Andy García.
En octubre de 2007, Israel "Cachao" López recibió el Premio Fama por su trayectoria y contribución a la música latina que otorga la revista estadounidense Fama.
Su muerte repentina nos dejo un dolor inmenso. Habia muerto una leyenda, un amigo, un gran músico, y por encima de todo un ser humano de gran valor.
Para los que tuvimos la suerte de conocerlo personalmente fue doloroso.
¡Descansa en paz amigo Cachao!

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