Recordando a ROLANDO LA SERIE

A 85 años de su nacimiento, hoy recordamos a uno de los grandes de Cuba:
Rolando La Serie, quien dentro del escenario tan complejo y competitivo en que devino la Cuba de los cincuenta en el pasado siglo, con su avalancha de géneros, formatos y talentosos músicos, llegó abriéndose paso un cantante que no hacía gala de una excelente voz, ni de una afinación perfecta,
ni siquiera de una amplia tesitura, pero que cantaba con un desenfado poco común boleros, sones y guarachas, que hizo suyos a partir de un estilo que le valió epítetos como “El guapo de la canción” o “El guapachoso”.

Y fue precisamente esa “guapería” con la que Rolando Laserie
asumía en particular los personajes de sus boleros, la que le separó de la media
de cantantes almibarados que inundaban el mercado, convirtiéndose en su principal atractivo, desde que en 1956 grabara para el sello Gema su primer single:
Mentiras tuyas de Mario Fernández Porta, el cual de inmediato se volvió todo un hit, capaz de superar en pocos días las treinta mil copias vendidas.

Con anterioridad Laserie se había desempeñado como timbalero, instrumento que aprendió con ayuda del mayor de sus hermanos en el poblado de Mata, situado al norte
de la provincia de Villa Clara, lugar donde nació el 27 de agosto de 1923.
Con el anhelo de alcanzar mayores logros en su carrera opta en 1946 por emigrar a
la capital, ingresando primeramente como percusionista en la orquesta de los Hermanos Palau, de donde pasa luego a otras agrupaciones como la Orquesta Requena, hasta que llega a formar parte de la Banda Gigante de Benny Moré.
Habituados a identificarlo como percusionista, para muchos fue una sorpresa en 1956 verlo aparecer cantando en una de las emisiones de un programa habitual que
realizaban el dúo de Olga (Chorens) y Tony (Álvarez) en la emisora Radio Progreso, a lo que sobrevino su entrada en el mundo del disco donde llegó a grabar más de treinta placas.

En 1960 emigra de Cuba, residiendo a partir de entonces en Venezuela y
Estados Unidos, donde muere el 22 de noviembre de 1998.
Piezas convertidas en clásicos son Tenía que ser así, Sabor a mí, Vagabundo o Que te vaya bien, haciendo de este álbum una verdadera antología de boleros, dentro de la que llaman particularmente la atención dos versiones de obras que originalmente
son tangos: Las cuarenta de Garrido Grela y Esta noche me emborracho de Santos
Discépolo, de las cuales ya sólo el hecho de haberlas llevado a bolero resulta una curiosidad, más aun hechas a su forma, lo cual le valió ser ovacionado incluso en Buenos Aires.
Mención especial merecen además las orquestaciones como el excelente
acompañamiento de las jazz bands, dirigidas por dos de los músicos más reconocidos de aquella época, los maestros Ernesto Duarte y Bebo Valdés.
Conozca a un cantante que supo delinear un estilo propio con el que marcó la diferencia, a la vez que logró seducir al público, una quimera perseguida eternamente por la mayoría los cantantes, pues significa además de la posibilidad de conquistar la fama, la capacidad de dejar una huella perceptible en el tiempo.
A pesar del tiempo transcurrido, Rolando Laserie sigue impresionando al público internacional con sus canciones.
¡Gloria eterna al Guapo de la Canción!.
Waldo Fernández marakka2000@yahoo.com