Waldo "Marakka" (2007) es una de las personalidades más definidas de esta comunidad cubana de Miami. Mueve a la polémica, y él mismo la suscita. Por ejemplo, cuando publica su parcial página El Imparcial, donde arremete no solo contra sus enemigos (lo que sería lógico) sino incluso contra algunos amigos queridos. O cuando opta autodefinirse como "delincuente", cuando es una de las personas más amables que cualquiera puede conocer.
Waldo recuerda también una de esas frases que nos legó Cortázar en su Rayuela, un libro adolescente: "Te arriesgás a que te entiendan mal, que es el colmo de las valentías."
Es difícil definirlo en cuanto a su quehacer cultural. Tiene un documental tan interesante como contradictorio, un "picadillo" de otros documentales, como dice él, pero que a muchos nos ha resuelto bastantes ansiedades. Lo verán por ahí, incansable, por cualquier lugar; risueño y radical, enérgico, como si tuviera que ver con todo lo que le rodea. Que es lo que creo.
(PD: Un día me invitó a cenar y no pude ir. Creo que me castigó y probablemente no lo haga jamás).
Emilio Ichikawa
WALDO:
- No te preocupes, que este Domingo le pongo más agua a la sopa .
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